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Foto del escritorMary Carmen Ramón

Hoy tengo ganas...

Pues sí, hoy me han venido ganas de escribir, y antes de hacerlo me leí el último post, que era de la entrada de la primavera, ya hace unos meses, y la verdad, las cosas no han cambiado mucho desde ese post.... o si??


A titulo personal, os he de decir que sí, han habido cambios en mi vida profesional, pero son esos cambios que ocurren cada X años, y a los que me he de ir adaptando; esta vez ha sido un cambio fuerte, que está moviendo y removiendo muchas cosas, pero cuando llevas ya 32 años de experiencia, no te tomas las cosas igual que cuando sólo hacia 5 años que estabas. Cuando eres joven las cosas te afectan de una manera, creo que más emocionalmente, y ahora que ya soy mayor, lo mismo que te pasó hace 25 años, ya te lo miras desde otra perspectiva, tienes muchísimas más opciones para afrontar todo lo que te pasa o lo que te puede pasar, por eso siempre dicen que la experiencia es un grado.


Un tema que a menudo es difícil de afrontar pero que afecta a muchas personas en su vida son los cambios en las relaciones y cómo las personas pueden reaccionar de manera diferente según sus necesidades.


En la vida, todos experimentamos cambios, tanto personales como en nuestras relaciones con los demás. Algunas personas pueden acercarse a nosotros cuando nos necesitan, buscando nuestro apoyo, consejo y amistad. En esos momentos, nos convertimos en lo mejor que les ha sucedido. Sin embargo, cuando ya no nos necesitan, pueden alejarse y tratarnos como si fuéramos lo peor. Esta fluctuación en la forma en que nos ven puede ser desconcertante y dolorosa.


Una de las razones detrás de este comportamiento es la envidia. Cuando las personas nos necesitan, pueden sentirse inseguras o vulnerables y buscan nuestra ayuda para superar sus desafíos. En ese momento, nos ven como alguien valioso y una fuente de apoyo. Sin embargo, a medida que empiezan a resolver sus problemas y ganan confianza, la envidia puede aparecer. Pueden compararse con nosotros y sentirse amenazados por nuestros éxitos o nuestras cualidades que perciben como superiores a las suyas. La envidia puede llevar a un cambio en su actitud hacia nosotros, y lo que antes era aprecio puede convertirse en desdén o incluso desprecio. Es importante recordar que la envidia es una emoción humana común, pero no debemos permitir que afecte nuestra autoestima o nos haga sentir menos valiosos.

Además de la envidia, otro tema importante es la tendencia de algunas personas a seguir ciegamente a los influencers o famosos en lugar de prestar atención a las oportunidades que les presentan las personas cercanas. Los influencers y famosos pueden tener un gran alcance y una apariencia atractiva, pero eso no significa que siempre tengan las mejores respuestas o consejos para nuestras situaciones individuales.

Las personas cercanas a nosotros, como amigos, familiares o colegas, nos conocen mejor y pueden ofrecer una perspectiva más personalizada y relevante. Sin embargo, a menudo no les damos suficiente crédito a sus consejos o no los escuchamos con la misma atención que a un influencer famoso en las redes sociales. Esto puede deberse a la fascinación que ejerce el mundo de los famosos y la idea de que sus vidas son perfectas y envidiables. Pero, en realidad, todos enfrentamos desafíos en la vida, y cada uno tiene experiencias valiosas y conocimientos que pueden compartir para ayudar a los demás.


Cómo psicóloga, me gustaría recomendarte algunos tips para afrontar situaciones como las que antes te he descrito:


  1. Fortalece tu autoestima: La envidia de los demás puede afectarnos profundamente si nuestra autoestima es frágil. Trabaja en desarrollar una imagen positiva de ti mismo/a, reconociendo tus logros, habilidades y cualidades. Recuerda que tu valía no está determinada por la opinión de los demás, y aprender a amarte y respetarte a ti mismo/a te ayudará a afrontar mejor las fluctuaciones en las relaciones.

  2. Cultiva la empatía: Trata de comprender que la envidia es una emoción humana y que todos podemos sentirnos inseguros en algún momento. Practicar la empatía hacia aquellos que pueden estar lidiando con envidia te permitirá mantener una actitud compasiva y despersonalizar posibles comentarios negativos.

  3. Establece límites saludables: Si notas que ciertas personas solo se acercan cuando te necesitan y luego se alejan cuando ya no les sirves, es importante establecer límites saludables. Aprende a decir "no" cuando sea necesario y prioriza tu bienestar emocional.

  4. Valora las relaciones auténticas: Enfócate en las relaciones que son genuinas y recíprocas, donde existe apoyo mutuo y una conexión real. Estas relaciones son las que te ayudarán a crecer y te brindarán un mayor sentido de pertenencia y satisfacción.

  5. Sé fiel a ti mismo/a: No te compares constantemente con los demás o trates de cambiar quién eres para agradar a los demás. Acepta y abraza tus fortalezas y debilidades, y mantente fiel a tus valores y metas personales.

  6. Escucha a tu intuición: Si una persona cercana te ofrece un consejo significativo y relevante, escúchala y considera sus perspectivas. Aprende a confiar en tu intuición y en tu capacidad para tomar decisiones informadas.

  7. Busca apoyo profesional: Si la envidia o los cambios en las relaciones están afectando significativamente tu bienestar emocional, considera buscar apoyo de un psicólogo o terapeuta. Un profesional te puede ayudar a explorar tus emociones, patrones de pensamiento y a desarrollar estrategias para enfrentar estos desafíos de manera saludable.

Recuerda que el cambio es una parte natural de la vida, y aunque puede ser difícil, también ofrece oportunidades para crecer y aprender. Al aprender a manejar la envidia y valorar las relaciones auténticas, estarás en camino de construir una vida más saludable y satisfactoria.

En resumen, los cambios en la vida pueden traer consigo diferentes actitudes hacia nosotros por parte de las personas que nos rodean. Es fundamental recordar que nuestra valía no depende de cómo nos perciban los demás en un momento determinado. La envidia puede ser un factor desencadenante de comportamientos negativos, pero también es una oportunidad para aprender a mantener una mayor confianza en nosotros mismos.


Además, es esencial valorar las opiniones de las personas cercanas a nosotros y no subestimar las oportunidades que nos presentan solo porque vienen de fuentes menos conocidas. La sabiduría y el apoyo verdaderos a menudo provienen de quienes nos conocen de verdad y quieren lo mejor para nosotros. Así que, abracemos los cambios en la vida, aprendamos a lidiar con la envidia y valoremos las oportunidades que surgen a través de las personas que nos rodean.


¡Recuerda, cada uno de nosotros tiene un valor intrínseco y podemos aprovecharlo para crecer y ser una influencia positiva en la vida de los demás!

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2 Comments


Gran artículo que puede ayudar a superar esos momentos donde sentimos envidia de situaciones ajenas, o cuando el envidiado es uno mismo

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Tal cual, así es. Me alegro que te haya gustado 😘

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